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Downloading Junio 18 (Spanish Edition)

Junio 18 (Spanish Edition)

Jazmín Montemayor Leyva es una diosa. Con sus botas, las medias de red y las camisetas oversize de bandas ochenteras, es la indiscutible reina del Instituto Medio-Superior Leona Vicario. Popular, carismática, risueña y guapísima como una diosa griega, Jaz tiene a la preparatoria comiendo de la palma de su mano. Ella era la abeja reina de la colmena.

Olivia Navarro Ruiz es una chica solitaria, con demonios que le acechan cada día que abre los ojos en esa casita pequeña de la Magdalena de los Salinas. Es la alumna becada del Leona Vicario con el promedio más alto de toda la preparatoria, pero su único contacto con otros seres vivos es el que ella misma mantiene con las historias increíbles que escribe en la libreta que siempre abraza para refugiarse. Ella era invisible.

Las dos necesitaban que alguien las rescatara cuando se cruzaron por casualidad en el baño del antro donde Romina Bianchini festejaba sus dulces dieciséis. Jaz le invitó un trago y Olivia se animó a probar el tequila por primera vez. Y cuando la música sonaba a todo volumen, el fuego se encendió y ambas recibieron el flechazo del gran, primer y tormentoso amor de la adolescencia.

Pero han pasado ya 19 años desde lo que pasó en la fiesta de graduación, cuando Olivia dijo cosas que no quería y Jaz se dejó llevar por el calor de la pista de baile. Jaz se ha convertido en la mujer más deseada de México y vocera de la industria del modelaje. Olivia es la guionista más prolífica del país y pionera de la nueva ola del cine mexicano. Cuando un inocente like en las redes sociales vuelve a unir sus caminos, ¿qué podría salir mal?

De un lado de la balanza está Olivia, comprometida con Javier Rosales y deseosa de formar una familia con quien ella cree que es el amor de su vida. Del otro está Jaz, esposa de Francisco Trujillo y madre de dos hijos. El trabajo de toda una vida y los sueños cumplidos hasta ahora están en juego, pues los lazos que las unieron 19 años atrás no se rompieron sin importar el paso del tiempo.

Estábamos jugando con fuego y no nos importó que nos pudiéramos quemar. Y de las cenizas que quedaron entre nosotras, nació la historia de Jaz y Olivia.